domingo, 5 de octubre de 2008

meditación con el elemento Aire


Respira suavemente y cierra tus ojos. Siente cómo tu respiración va llenando tu abdomen inferior de aire y al vaciarse siente cómo esa aire sale tibio por tu nariz. Relaja cada parte de tu cuerpo, toma conciencia de cómo estás en este preciso momento. Toma conciencia de tu columna vertebral sin modificar nada, en absoluto, y siente cada una de las vértebras, cómo están ubicadas. Una vez que sentiste, relaja cada parte de la columna, si es necesario, haz movimientos para modificar tu postura. Lo importante no es estar tensa, sino relajarte y tener una posición cómoda. Relaja cada miembro y siente cómo pesan tus párpados, cómo caen tus brazos y cómo se conectan las plantas de los pies con la tierra.


Una vez que tu cuerpo se relaje, siente el aire que entra en tus pulmones al inhalar, respirando suavemente. Siente cómo se expanden y contraen tus pulmones, pero esta vez no prestes atención sólo al aire. Imagina cada uno de los átomos que están ingresando en tu cuerpo con esa respiración, trata de percibir la información que estos átomos te traen, pues han pasado por millones de cuerpos antes de llegar al tuyo. Han transitado por animales, plantas, océanos, personas y hoy llegan a ti, para seguir su viaje en el éter. “siente” la información. Percibe las experiencias que traen esos átomos, trata de sintonizarte de alguna manera con todo lo que te dicen.


Escucha con todos tus sentidos, percibe con todo tu cuerpo y deja la mente atrás. Sólo deja que la información llegue, es muy probable que recibas imágenes o sonidos o hasta sensaciones corporales. Obsérvalas y no las juzgues. Siente cómo con cada inspiración tu ser absorbe esa información y asimila para tu conocimiento. Ese conocimiento va más allá de tu mente, es la información de “todo loo que existe” que todos la tenemos en nuestro Ser y accedemos a ella en los momentos de inconciencia, por ejemplo en los sueños o las premoniciones.

Siente que esa información llega a ti y te inunda de nuevas experiencias de vida, que tú habrás asimilado sin vivirlas directamente. Tómate unos minutos para percibirlo. Luego visualiza que ese aire se transforma en luz, una Luz blanco-dorada que ingresa a ti desde el centro del Universo y desde allí te llega la información. También recibimos información de las estrellas, desde el centro del Universo, pues estamos en contacto directo con el Cosmos, permanentemente. Aunque pensemos que está allá, está en nosotros y en este momento tenemos la posibilidad de hacerlo conciente.¿que percibes? Tómate tu tiempo para descifrarlo. Después, siente como todos esos átomos transitan por tu cuerpo y toman la información de tu vida y la transportan por el éter quien sabe adonde. Por eso, envía en esas exhalaciones un sentimiento de AMOR hacia todos los seres que la reciban..

Imagina a cada una de tus células vibrando en sintonía como la mas deliciosa de las sinfonías que hayas oído, todas vibrando en amor, en paz y en felicidad.


vez que sentiste las vibraciones, vuelve lentamente a conectarte de forma suave con todo lo que te rodea. Escucha sonidos, aunque estés en silencio. Percibe tu entorno en el “momento presente” y disfruta por unos instantes de esa sensación. Toma conciencia de todo lo que te rodea en ese momento, todo lo que oyes, sientes, visualizas o percibes es parte de ti, parte indivisible de tu Ser. Las cosas no están “allá afuera”, te pertenecen, son parte de tu ser y tú eres parte de todo lo que te rodea como si fueran uno solo. Una vez que hayas ejercitado todo esto, vuelve a tu respiración conciente y conéctate con tu conciencia. Tomate tu tiempo para abrir los ojos y mirar a todo tu alrededor, para sentir cómo estás.

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